Asegurar por daños su negocio es una de las primeras cosas que deben hacer los emprendedores. No estamos ante una póliza que sea obligatorio contratar, pero sí es muy recomendable contar con ella, porque protege la inversión que se ha realizado para poder poner en marcha la actividad.
¿Qué es un seguro de daños?
Un seguro de daños es una póliza de seguros que protege a los propietarios de inmuebles frente a los daños que pueda sufrir su propiedad por incendio, robo, agua, por vandalismo, y por circunstancias climatológicas extremas, entre otras.
El seguro se encarga de afrontar el coste de la reparación si el inmueble sufre uno de los riesgos cubiertos. Por ejemplo, si se quema, o se inunda.
Coberturas de un seguro de daños para empresa
Cada seguro es diferente. No obstante, existen una serie de coberturas que hay que tener muy en cuenta cuando se busca asegurar por daños un negocio:
Daños a la propiedad
Esta cobertura protege contra daños que puedan sufrir el establecimiento en sí mismo, pero también las maquinarias, el mobiliario y otros bienes que sean propiedad del negocio; a consecuencia de incendios, inundaciones, robos y vandalismo, entre otros.
Responsabilidad civil
Protege al negocio contra las reclamaciones de terceros por daños físicos o materiales causados por el negocio, incluyendo lesiones a clientes, proveedores o cualquier otra persona que se encuentre en las instalaciones. Por ejemplo, si un cliente tropieza con una silla y cae al suelo.
Pérdida de ingresos
Esta cobertura protege al negocio contra la pérdida de ingresos que se produce como resultado de una interrupción en las operaciones debido a un evento cubierto, como un incendio o una inundación.
Interrupción de negocios
Esta cobertura ayuda a cubrir los costos adicionales en los que incurre un negocio después de un evento cubierto, como la pérdida de ingresos o los costos de reubicación temporal.
Robo o hurto
Protege contra el robo o hurto de bienes del negocio, incluyendo la mercancía y otros bienes de valor.
¿Por qué asegurar por daños una empresa?
En el caso de los particulares, está claro que cuando se es propietario de una vivienda es más que conveniente contar con un seguro que cubra los daños que pueda sufrir el inmueble. En el caso de los empresarios, asegurar por daños el establecimiento en el que llevan a cabo su actividad, se vuelve todavía más importante.
Si una oficina, un restaurante, una nave industrial, o cualquier otro edificio en el que un emprendedor lleva a cabo su actividad económica sufre daños graves, el negocio podría tener que paralizar su actividad totalmente hasta que todo vuelva a la normalidad.
En los supuestos en los que no se tiene un seguro, el propietario tendrá que invertir tiempo y dinero en buscar profesionales que se puedan hacer cargo de las diferentes reparaciones que haya que afrontar. Esto implica tener que hacer un desembolso económico que puede ser bastante grande, precisamente en un momento en el que los ingresos han dejado de llegar porque la actividad está suspendida. El resultado es que, ante un siniestro de envergadura, si el establecimiento no estaba asegurado frente a daños, es bastante probable que el negocio tenga que cerrar de manera definitiva.
Por el contrario, si estamos ante un empresario que ha decidido asegurar por daños su negocio, la situación es totalmente diferente. Ante un siniestro, llamará a su seguro y este se pondrá inmediatamente en marcha para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. El emprendedor no tendrá que preocuparse por nada, solo tendrá que esperar a que los profesionales terminen su trabajo para poder retomar su actividad.
Sí, además, su póliza incluye cobertura por pérdida de ingresos o interrupción del negocio, durante todo el tiempo que no pueda trabajar recibirá una compensación económica.
¿Cómo elegir el mejor seguro de daños para un negocio?
Evalúa las necesidades de tu negocio
Identifica los riesgos que enfrenta tu actividad, como daños a la propiedad, interrupción del negocio, responsabilidad civil, y otros. También debes tener en cuenta el tamaño del negocio, el sector en el que opera y el valor de sus activos. Una vez que hayas identificado las necesidades de seguro, te resultará más sencillo encontrar el más adecuado.
Verifica la cobertura y los límites de la póliza
Asegúrate de que la póliza de seguro que has elegido te proporcione la cobertura adecuada para las necesidades del negocio, y que los límites sean suficientes para protegerte en caso de un siniestro. Es malo estar menos protegido de lo que se debe, pero tampoco tiene sentido sobre protegerse, porque acabas pagando por coberturas que realmente no necesitas.
Revisa regularmente tu póliza de seguro
Si tu negocio avanza y crece, es posible que las necesidades de aseguramiento también lo hagan. Por eso, revisa de forma periódica si la póliza que tienes contratada se sigue ajustando a tus necesidades.
Asegurar por daños un negocio es muy recomendable, pero hacerlo bien requiere un enfoque cuidadoso y bien informado. ¿Necesitas ayuda para encontrar el seguro más adecuado para tu empresa? ¡Cuenta con nosotros!