¿Qué es un seguro de responsabilidad civil profesional?

En nuestro ordenamiento jurídico la responsabilidad del autónomo no está limitada, y eso quiere decir que debe responder de todas las deudas derivadas de su actividad con su patrimonio personal. Es por ello que el seguro de responsabilidad civil profesional se posiciona como una muy buena opción para evitar posibles problemas.

¿Qué es la responsabilidad civil profesional?

El Código Civil nos dice que la responsabilidad civil se produce cuando una persona causa daños a otra (o a sus bienes), debido a una acción u omisión propia o de las personas o animales que tenga a su cargo.

Dicha responsabilidad puede ser extracontractual, si entre el responsable del daño y quien lo padece no hay una relación jurídica contractual. O contractual, si entre ambas partes hay una relación jurídica previa derivada de un acuerdo o contrato.

La responsabilidad civil profesional es un tipo específico que recae sobre la persona que causa daños a un tercero a consecuencia de una acción u omisión negligente en el ejercicio de su actividad. Entendiéndose que hay negligencia cuando se produce un error o fallo involuntario que puede estar causado por falta de atención, de aplicación o de diligencia.

Por ejemplo, imagina el caso de un fontanero que acude a una vivienda a hacer unos trabajos de reforma de la instalación por la excesiva antigüedad de la misma. Mientras lleva a cabo su tarea, no se da cuenta de que la tubería que ha conectado al grifo de la lavadora no ha quedado bien ajustada y, cuando el propietario del electrodoméstico lo pone en marcha, se le acaba inundando la cocina. Esto da lugar a una responsabilidad civil profesional, porque el fontanero deberá poner remedio a la situación (arreglar la tubería) y, además, podría tener que pagar una indemnización si los muebles de la cocina de su cliente se han estropeado a consecuencia del agua.

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Este tipo de responsabilidad puede recaer tanto sobre el autónomo que trabaja por su cuenta como sobre el empresario, por lo que el seguro del que estamos hablando es importante en ambos casos. Si no existe dicho seguro, el causante del daño deberá pagar la indemnización con los bienes y derechos integrantes de su patrimonio y, en el caso concreto de los trabajadores por cuenta propia, no existe ninguna limitación a su responsabilidad. 

Las cuantías de las indemnizaciones pueden llegar a ser muy elevadas, porque tienen en cuenta cuestiones como los daños físicos causados, los daños materiales, e incluso los daños morales. Cuanto más graves sean las consecuencias del incidente, más alta será la indemnización que habrá que pagar. Si ante un caso de este tipo no se dispone de un seguro especializado, el responsable puede quedar arruinado. En el caso de una empresa, tener que afrontar una indemnización por responsabilidad civil muy alta podría dar lugar a su quiebra, haciendo inviable la continuación de su actividad.

¿Qué es el seguro de responsabilidad civil profesional?

Según la Ley de Contrato del Seguro, es aquel mediante el que el asegurador se obliga a cubrir (dentro de los límites legalmente establecidos), la obligación del asegurado de indemnizar a un tercero si se produce un supuesto de responsabilidad civil profesional.

El asegurado paga una prima a cambio de que la aseguradora sea quien responda del coste de la indemnización económica a un tercero a consecuencia de los daños que este ha sufrido por las acciones u omisiones involuntarias que el profesional haya llevado a cabo.

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¿Es obligatorio este tipo de seguro?

Un seguro de este tipo es muy recomendable para empresas y autónomos, pero además hay casos en los que su contratación es obligatoria por disposición legal. La lista de actividades que deben contar obligatoriamente con una póliza de este tipo es larga, pero las más comunes son las siguientes:

  • Profesionales sanitarios que trabajan en la sanidad privada.
  • Intermediarios financieros.
  • Abogados.
  • Corredores de seguros.
  • Administradores concursales.
  • Empresas especializadas en mantenimiento y conservación de ascensores.
  • Locales en los que se llevan a cabo actividades recreativas: cines, circos, zoológicos, gimnasios, boleras, restaurantes, etc.
  • Empresas de transporte público colectivo.
  • Servicios de transporte escolar.
  • Agencias de viajes.
  • Promotores de festejos taurinos.
  • Promotores de espectáculos pirotécnicos.

Coberturas en los seguros de responsabilidad civil profesional

La cobertura básica es el pago de la indemnización que corresponda en concepto de responsabilidad civil, dentro de los límites pactados en el contrato y, siempre y cuando, se den las condiciones para que sea la aseguradora quien deba afrontar el pago.

En muchos casos estos seguros ofrecen coberturas adicionales como préstamos para el pago de fianzas judiciales o la asistencia letrada.

La responsabilidad civil profesional puede ser más o menos grave, pero siempre existe el riesgo de que surja y, precisamente por ello, es muy recomendable contar con una póliza que ofrezca una adecuada protección en casos de ese tipo. Así, el profesional podrá desarrollar su trabajo con más tranquilidad, sabiendo que está cubierto si pasa algo, y que sus clientes serán indemnizados. ¿Buscas el mejor seguro para tu negocio? Déjanos ayudarte a encontrarlo.

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