La empresa socialmente responsable se ha convertido en algo que va mucho más allá de una mera tendencia. La mayoría de las corporaciones sienten la necesidad de aportar algo bueno a la sociedad y, por ello, adoptan estrategias que las convierten en un activo importante dentro del desarrollo social y el cuidado del medio ambiente.
¿Qué es una empresa socialmente responsable?
Podemos afirmar esta condición con respecto a aquellas entidades que son conscientes de que su actividad influye tanto en las personas como en el entorno, y quieren que esa influencia sea lo más positiva posible. Sus acciones buscan una mayor rentabilidad económica para ellas mismas, a la vez que un mayor beneficio para las personas y para el entorno en el que estas desarrollan su vida.
Las empresas que ya están aplicando este tipo de estrategias se han dado cuenta de que ha mejorado su valoración por parte de los consumidores. La imagen de marca y la reputación se han visto reforzadas de manera notable.
Frente a dos empresas que ofrecen un producto muy similar, el consumidor cada vez está más dispuesto a adquirir el que procede de aquella que sabe que está tomando medidas de responsabilidad social. Por tanto, adoptar estrategias que busquen un impacto social y económico más positivo en las personas, y más beneficioso en su entorno, puede dar lugar a un incremento de la rentabilidad.
Estrategias que puede poner en marcha una empresa socialmente responsable
Dar un buen trato a los trabajadores
Las empresas que son consientes de que sus empleados son uno de sus mayores activos están experimentando efectos muy beneficiosos, puesto que logran aumentos de la motivación y de la productividad.
Dar un buen trato a los empleados implica preocuparse por sus necesidades a nivel personal y profesional, intentando cubrirlas de la mejor forma posible. Por ejemplo, contratando un seguro de salud para sus trabajadores, instalando una guardería en las instalaciones, adoptando medidas de conciliación o fomentando la formación.
Comprar a proveedores locales
Cuando una organización adquiere sus materias primas o su stock de proveedores locales, está siendo socialmente responsable a dos niveles. El primero de ellos, ayudando al desarrollo de la economía local, al confiar en empresas que están cerca de ella. Porque estos proveedores contratarán personas que vivan cerca de su entorno, contribuyendo a que disminuya el paro dentro de su área de influencia.
El segundo, reduciendo la huella de carbono. Al acortarse la distancia que recorren las mercancías de una empresa a otra, la contaminación que se emite a la atmósfera en mucho menor.
Fomentar el reciclaje
Una empresa puede fomentar el reciclaje dentro de su operativa interna. Por ejemplo, implantando una política de papel cero que ayude a reducir el volumen de documentos en formato físico que se utilizan en las oficinas. O instalando diferentes contenedores para el reciclaje de papel y plástico.
También puede ayudar a sus clientes a cuidar el medio ambiente. Creando packaging que pueda tener otras utilidades (como las cajas que se convierten en perchas), utilizando en sus embalajes materiales reciclados y animando a los consumidores a que sigan reciclándolos, etc.
Participar en actos solidarios
Una empresa socialmente responsable es una empresa comprometida con muchas causas, lo que puede llevarle a participar en diferentes acciones de carácter solidario.
Un buen ejemplo es patrocinar carreras populares en las que se está recaudando dinero para la lucha contra el cáncer o para la investigación de algún tipo de enfermedad calificada como rara. También colaborar con las ONGs de la región aportando desde dinero hasta excedentes de fabricación (ropa, comida, etc.)
Hacer campañas medioambientales
Una organización que desea mostrar su apoyo a una buena causa no tiene que esperar a que otros organicen un acto, puede hacerlo ella misma.
Las campañas medioambientales suelen dar muy buen resultado. Por ejemplo, en colaboración con la Administración Local, la empresa puede encargarse de comprar árboles para repoblar ciertas áreas o crear nuevas zonas verdes. A continuación, puede invitar a los vecinos a que todos participen en la labor de plantado de los árboles.
Practicar el activismo social para ser una empresa socialmente responsable
Se trata de apoyar la integración e igualdad de todo tipo de colectivos. Lo importante en este caso es no limitarse a mostrar el compromiso durante un día determinado (el día de la mujer, el día del orgullo LGTB+ y similares).
La empresa debe ser capaz de demostrar que su activismo social y su lucha por la igualdad están siempre presentes. Por ejemplo, asegurándose de que no está aplicando ningún criterio discriminatorio a la hora de contratar personal.
Una empresa socialmente responsable es capaz de mejorar la vida de muchas personas. Pero, para lograrlo, debe estar realmente comprometida con lo que está haciendo. Incluir esa voluntad de ser más responsable con las personas y con el entorno dentro de su cultura corporativa y trabajar para lograr estos objetivos. ¿Quieres que tu empresa sea un mejor lugar para trabajar? Descubre cómo podemos ayudarte.