En el cuidado de la salud, la prevención juega una labor fundamental. No se trata solo de llevar un estilo de vida lo más sano posible, sino también de hacerse chequeos periódicos para comprobar si todo está bien. En este sentido, una revisión médica anual es lo más recomendable.
¿Por qué es recomendable hacerse una revisión médica?
Hay enfermedades, muchas de ellas graves, que no muestran síntomas hasta que están muy avanzadas. Aunque no seamos conscientes de ello y nos sintamos bien, ahora mismo puede haber una enfermedad desarrollándose dentro de nuestro cuerpo.
Dado que la detección de enfermedades en un estadio temprano mejora mucho la tasa de supervivencia en el caso de las dolencias más graves y, en todo caso, facilita el tratamiento y la recuperación, lo mejor es someterse periódicamente a chequeos médicos en los que evaluar cuál es el verdadero estado de nuestra salud, más allá de cómo nos sintamos.
Aquí tienes cuatro motivos por los que es importante revisar el estado de tu salud de forma periódica:
- Permite detectar problemas de salud que podrían llegar a agravarse con el tiempo, iniciando el tratamiento lo antes posible.
- La detección y tratamiento temprano de ciertas patologías puede evitar que se vuelvan crónicas.
- Aumenta las posibilidades de cura en los casos más graves.
- Te aporta tranquilidad.
Si la revisión médica es importante en todos los casos, lo es todavía más si en tu familia hay antecedentes de enfermedades graves y con cierto componente hereditario, como el cáncer o el Alzheimer, y también si llevas un estilo de vida que no es demasiado saludable.
Un ejemplo práctico de la importancia de la revisión médica
¿Sabías que un 35% de las personas mayores de 50 años padecen hipertensión y no lo saben? Esto implica que no están cuidándose cómo deben, por lo que, con el paso de los años, tienen más riesgo de sufrir un accidente cardiovascular cerebral.
La hipertensión es algo que se detecta rápidamente en un chequeo médico, lo que permite iniciar el tratamiento lo antes posible y que el paciente empiece a cambiar sus hábitos de vida. Esto va a disminuir su riesgo de padecer un ictus y va a mejorar su calidad de vida a todos los niveles.
¿Cada cuánto tiempo hay que chequear la salud?
En el caso de personas jóvenes que no tienen ninguna sintomatología, la revisión médica puede llevarse a cabo cada dos años. A partir de los 35 años se aconseja realizar un chequeo de salud anual, aunque no se haya percibido ninguna alteración en el cuerpo.
Nunca es lo suficientemente pronto para empezar a cuidar de la salud, y lo de esperar hasta pasados los 50 para hacerse un examen de salud a fondo es un grave error. Por suerte, si cuentas con un seguro de salud, puedes hacerte las pruebas que necesites sin necesidad de estar esperando meses y meses para tu cita con el especialista.
¿Qué pruebas se deben realizar?
Lo ideal es comenzar con una visita al médico de cabecera para pedirle información sobre la revisión médica. Este hará una pequeña evaluación de nuestro estado de salud general y nos indicará qué pruebas son las que deberíamos realizarnos. De hecho, el chequeo empieza ya en esta consulta, porque el médico nos realizará una exploración física.
Se encargará de medirnos y pesarnos, comprobará nuestra tensión arterial y el pulso, y hará una exploración de la piel y las mucosas, una auscultación cardiaca y respiratoria, una palpación abdominal, y una exploración del aparato locomotor y vascular. También tomará nota de nuestros antecedentes personales: si tenemos hábitos nocivos como fumar, si hemos pasado por una intervención quirúrgica, o si hay casos de ciertas enfermedades en nuestra familia. Con esta información y la exploración física, el facultativo determinará a qué pruebas deberíamos someternos para controlar nuestra salud.
Pruebas diagnósticas básicas
Junto con la exploración física, hay una serie de pruebas que se llevan a cabo de manera generalizada en toda revisión médica. Se trata del análisis de sangre, el análisis de orina, un electrocardiograma, una espirometría, una audiometría y un control de la visión.
Pruebas complementarias
Las recomienda el médico de cabecera en función de patrones como nuestra edad, sexo, antecedentes de salud, etc. Por ejemplo, una revisión ginecológica completa en el caso de las mujeres y un examen de próstata y testicular para los hombres. Una colonoscopia para detectar posibles anomalías en el colon (se suele realizar a partir de los 50 años, o de los 40 si hay antecedentes), una densiometría ósea en el caso de mujeres mayores de 45 años, o una ecografía abdominal.
La revisión médica es una de las mejores herramientas de las que disponemos para cuidar lo más valioso que tenemos, porque nuestra salud no tiene precio. Si cuentas con un seguro médico privado, podrás someterte a chequeos periódicos sin largas esperas, obteniendo los resultados lo antes posible. ¿Quieres un seguro que se ajuste a tus necesidades? ¡Te ayudamos a encontrarlo!