Con el avance de la tecnología han ido apareciendo nuevas formas de comunicación que las empresas no han dudado en implantar. Sin embargo, este avance ha venido unido a un incremento de los riesgos, porque la transmisión de información puede no ser tan segura como creemos. Por eso, uno de los retos que deben abordar las pequeñas y medianas empresas, y también los autónomos, es mejorar la seguridad en las comunicaciones.
La ciberseguridad es la asignatura pendiente de las pymes
Los ataques de hackers a grandes empresas, incluso a Administraciones Públicas, no son nada inusual. Lo que ocurre es que pocos de ellos llegan a buen puerto, porque estas entidades adoptan una gran cantidad de medidas para proteger sus datos y sus comunicaciones. A pesar de ello, de vez en cuando se producen brechas que tienen importantes consecuencias, como lo que ocurrió en marzo de 2021 con el SEPE, que sufrió un ataque informático que paralizó todos sus servicios, y cuyos efectos se hicieron notar durante semanas hasta que todo pudo volver a la normalidad.
Los pequeños empresarios son conscientes de que el número de ciberataques se ha disparado en los últimos años, pero creen que sus negocios están al margen. Consideran que sus empresas no tienen información importante que un hacker pueda desear, pero la realidad nos demuestra que se equivocan.
Los datos, no importa de qué tipo, son muy valiosos. Hay muchas empresas, e incluso delincuentes, dispuestos a pagar por acceder a todo tipo de datos de carácter personal: nombre y número de DNI de particulares, direcciones de empresas, números de cuentas corrientes, etc., y toda esta información está contenida en las bases de datos de las pymes, incluso se transmite entre las pequeñas y medias empresas y sus clientes o proveedores a través de medios de comunicación como email o WhatsApp.
Como los pequeños empresarios se consideran en cierta medida a salvo de los ciberataques, resulta que su información está quedando muy expuesta, y es mucho más fácil de captar que la de compañías que han adoptado mayores medidas de seguridad. En consecuencia, los ciberdeliencuentes ven en las pymes a sus víctimas perfectas.
La falta de seguridad en las comunicaciones implica perder dinero
¿Qué puede ocurrir si las bases de datos o las comunicaciones de una empresa son intervenidas por alguien que no tiene buenas intenciones?
«Secuestro» de la información
El ciberdelincuente puede actuar con un secuestrador de datos y de equipos. Se hace con las bases de datos e inutiliza los sistemas de comunicación, de manera que la empresa no puede desarrollar su actividad con normalidad.
Lo siguiente que hace el hacker es pedir un rescate a cambio de volver a dejar todo tal y como estaba. Dado que para la pyme es imposible trabajar en las condiciones en las que ha quedado, lo más probable es que acabe pagando.
Venta de los datos
La empresa maneja datos propios, datos personales de sus empleados, de sus clientes y de sus proveedores. Todos ellos le han confiado su información con la creencia de que la misma va a estar bien protegida, pero al no aplicar un buen sistema de seguridad en las comunicaciones, la misma puede quedar expuesta.
Si el ciberdelincuente vende los datos a un tercero, o incluso los utiliza él mismo para suplantar la identidad de una persona, la imagen de la pyme se va a ver muy afectada, y perderá la confianza de todos aquellos que en un momento dado le confiaron sus datos.
Venta de secretos empresariales
Incluso la empresa más pequeña del mundo maneja información que no desea que acabe en manos de sus competidores. Por ejemplo, si está diseñando un nuevo producto o trabaja en una campaña de marketing que será disruptiva.
Con frecuencia los hackers actúan por encargo. Son pagados por personas o entidades que desean acceder a los secretos de una empresa que es su competencia. Si esto ocurre, el negocio cuyos datos han sido sustraídos pierde todo lo que ha invertido en ese proyecto que quería mantener oculto por el momento y, además, es posible que compruebe que algún competidor se le adelanta.
¿Qué se puede hacer?
Está claro que reforzar la seguridad en las comunicaciones es tan importante para una pyme como puede serlo para una gran empresa, así que debe tomar medidas. Lo recomendable en estos casos es empezar con una evaluación de riesgos y crear un plan de seguridad digital en base a la misma. Además, es importante que todos los miembros de la empresa estén al tanto de los riesgos que existen y de cómo deben actuar para prevenir que los mismos se materialicen, incluso qué deben hacer en caso de que el riesgo se convierta en una realidad.
Mejorar la seguridad en las comunicaciones es una decisión que beneficia tanto a la pyme como a todas aquellas empresas y particulares con los que se relaciona. Para las empresas es fundamental protegerse frente a los riesgos que puedan afectarles, por eso, si necesitas un seguro para tu negocio, estamos aquí para ayudarte.