Saber qué es un TAC, y las diferencias con una resonancia, representa una información que puede venirte bien para tener una idea general de lo que representan estas pruebas diagnósticas en el marco del ámbito sanitario. Si alguna vez tienes que someterte a estas revisiones, no está de más que conozcas para qué sirven y cuáles son sus principales características. Estas pruebas son imprescindibles, si llegado el caso un especialista las recomienda para obtener información sobre tu estado de salud. En definitiva, te ayudan a mejorar tu calidad de vida.
¿Quieres saber qué es un TAC y cómo se diferencia de una resonancia?
La resonancia magnética, al igual que el TAC, es una prueba diagnóstica que se basa en la imagen. No tiene las mismas características, y su técnica de aplicación es diferente. Además, los especialistas no recomiendan estas pruebas en las mismas circunstancias porque miden valores diferentes. El TAC es la forma común de denominar a la tomografía axial computarizada. Se trata de una prueba de diagnóstico por imagen que tiene como base el uso de un escáner. Así, esta prueba diagnóstica se realiza con la emisión de rayos liberados de forma simultánea en las áreas del cuerpo del paciente que hay que estudiar.
Tras este análisis, un ordenador compila las imágenes resultado del escaneo. Estas tienen un nivel de detalle importante, porque se han recogido desde diferentes ángulos para hacer un barrido completo de la zona de estudio. Finalmente, mediante un programa informático, se unirán para generar una imagen muy detallada y concreta de la parte del cuerpo humano que se ha estudiado. La base científica de esta prueba está fundamentada en la radiación ionizante.
Por otra parte, la resonancia magnética, que también se conoce como RMN en su abreviatura más coloquial es, igual que la anterior, una herramienta diagnóstica que está integrada en los hospitales de todo el mundo y su uso, con el paso del tiempo, se ha incrementado. A diferencia del TAC, esta prueba no requiere de rayos X. Este sería su principal rasgo distintivo. El TAC, por su parte, es una prueba más sencilla y, por tanto, más rápida y menos incómoda para el paciente. Sin embargo, tiene menos resolución que la resonancia magnética. En la resonancia se usan imanes y ondas de radio para lograr una imagen del cuerpo humano con mayor resolución.
Imágenes transversales, básicas para saber qué es un TAC
Tener una idea sobre qué es un TAC implica que tengas claro que las áreas del cuerpo que estudia una resonancia magnética son más pequeñas que las que se evalúan en un TAC. Esto significa que son más precisos que un escáner. El TAC, como hemos comentado antes, emplea una fuente de radiación X que se libera para crear imágenes múltiples de cortes del cuerpo que, después, se unen para ofrecer una imagen compacta. Lo interesante en este proceso es que las imágenes transversales que se toman en esa exploración se pueden ensamblar en diferentes planos. E, incluso, se pueden crear imágenes tridimensionales.
Y bajando al detalle de lo que es la resonancia magnética, has de saber que se trata de una técnica que consiste en la consecución de imágenes con gran detalle de los órganos y de los tejidos internos del cuerpo. Estás imágenes se obtienen mediante campos magnéticos, ondas de radiofrecuencia y un ordenador que es el responsable de generar las imágenes. Una de sus grandes ventajas es la resolución de las imágenes. Este método ofrece imágenes muy claras de los tejidos blandos que envuelven los huesos. Se trata de una prueba diagnóstica ideal para tratar los problemas de columna y de las articulaciones.
Diagnóstico de lesiones deportivas
En esta línea, saber qué es un TAC puede darte una idea de la importancia de contar con un estudio así para diagnosticar lesiones deportivas en la rodilla, el hombro, la cadera, el codo o la muñeca. Estas imágenes ayudan a los médicos a observar, incluso, desgarros menores y lesiones en los ligamentos y en los músculos. Por otra parte, la resonancia magnética que se practica en áreas como el corazón, las arterias coronarias, los vasos sanguíneos y la aorta es el mejor método de diagnóstico para enfermedades coronarias, porque se trata de una técnica que no es invasiva.
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