Mejorar la liquidez de una empresa, en determinados contextos, es imprescindible para mantener buenos niveles de competitividad. ¿Quieres saber cómo lograrlo? Aquí te damos algunos consejos…
Las maneras de mejorar la liquidez de una empresa
Contar con un buen nivel de liquidez es una premisa básica. Y, aunque va a depender de cada tipo de empresa, sí hay una cifra de referencia que deberías seguir: dividir el activo corriente entre el pasivo corriente; lo ideal es que la ratio de liquidez sea superior a 1 o 1,2. Recuerda que, según tu nivel de endeudamiento, derechos y de caja, esta magnitud cambiará.
Lo cierto es que los costes de no tener una buena liquidez son numerosos. En primer lugar, es más difícil el acceso a la financiación. Por otra parte, las posibilidades de tensiones de tesorería se multiplican, con el consiguiente endeudamiento. Y, finalmente, es mucho más complicado trabajar en el día a día sin incidencias. En consecuencia, mejorar la liquidez de una empresa, para mantenerla en buenos niveles, es fundamental.
¿Cómo conseguirlo? Las siguientes estrategias, si se aplican de forma sistemática y simultánea, ayudarán, más allá de lo que tenga que ver con la gestión comercial. En consecuencia, no está de más conocerlas y, además, implementarlas, según las necesidades de tu compañía. Toma nota:
1. Mantén siempre un fondo mínimo para afrontar imprevistos
Lo primero que has de tener siempre claro es que debes disponer de una cantidad mínima para afrontar imprevistos. Si bien las ratios de liquidez aconsejan un mínimo de 1 o 1,2, quizás tengas que tener algo más. De esta manera, te resultará mucho más fácil hacer los cálculos indicados y no tener problemas imprevistos. No se trata de malgastar el dinero, que es un recurso escaso siempre, sino de tener un margen de seguridad.
2. Controla el cobro de las mercancías
El control del cobro de las mercancías es importante siempre, pero aquí más si cabe. Un ejemplo es el de controlar que no haya retrasos en los cobros y, sobre todo, establecer una política de cobros establece. De esta manera, evitarás las tensiones de caja, lo que no está de más. Lo mismo se puede aplicar con respecto a las políticas de pago para no afrontar recargos. Muchas veces, hay problemas por no haber definido claramente en su momento una política transparente al respecto.
3. Planifica, planifica y planifica
La planificación es central, pero no solo al inicio con el Plan de Negocio para echar a andar. Por otra parte, también es importante que tengas una planificación anual en lo referente a objetivos económicos. Y, además, es bueno que cuentes con un calendario fiscal de pagos, para que el abono de estas cantidades no impliquen tensiones de tesorería. Parece que no, pero tener estas cuestiones en orden ayudará, y mucho, a contar con liquidez. Por lo tanto, y como principio general, aplicar la planificación será muy saludable para ti.
4. Ajusta el nivel de stock a lo que necesites (salvo ofertas puntuales)
Uno de los problemas de las empresas de distribución o fabricación está, muchas veces, en el exceso de existencias. En primer lugar, porque se hace un gasto superior a lo necesario en la mercancía pero, además, porque también puede implicar un mayor consumo de electricidad en algunos casos. Por lo tanto, el consejo general es que tengas solo lo necesario, salvo que haya una oferta que compense ese gasto. Si bien es cierto que hay empresas que están muy condicionadas por el factor de la estacionalidad, hay que valorarlo en su justa medida.
5. Controla la trazabilidad
La pérdida de existencias es otro de los problemas recurrentes en el sector de la producción y distribución, pero también en empresas de servicios. Lo cierto es que aquí sí compensará la contratación de un ERP (Enterprise Resource Planning), porque ayuda a controlar la trazabilidad de las existencias. Y, de esta manera, se conseguirá una mejor gestión de los recursos de la compañía, generando un ahorro que mejorará la liquidez. Al fin y al cabo, estos pequeños detalles, gestionados a medio y largo plazo, facilitarán la gestión.
6. Comprueba tu nivel de endeudamiento
El nivel de endeudamiento es otro de los lastres que tienen que soportar en ocasiones las empresas. Y, aunque a veces es inevitable, conviene que revises, en tu ERP, cuál es el estado de tu balance. No en vano, hay que tener en cuenta que, cuanto menor sea tu endeudamiento y, sobre todo, cuanto menor sea a corto plazo, mejor será tu nivel de liquidez. Si necesitas renegociar el pago de un préstamo, puede ser una buena opción.
Conclusión
La capacidad de mejorar la liquidez de una empresa es posible si cuentas con los recursos adecuados. En ASSA contamos con una gran variedad de seguros para todos los perfiles de clientes, también corporativos. Elegir correctamente la mejor opción facilitará, y mucho, determinados procesos. ¡No dejes de contactarnos para consultar los productos disponibles!