Llegas a casa después de una caminata con esos zapatos nuevos. Inevitablemente, empiezas a sentir molestias porque una llaga está estropeando tu maravilloso día. ¿Qué hacer? Naturalmente, ponerte lavar la zona afectada, ponerte una tirita y empezar a sentir alivio. Sin embargo, has descuidado tener tu botiquín de primeros auxilios completamente revisado y lleno de todo aquello que necesitas. Este escenario que hemos dibujado se puede aplicar a cualquier circunstancia vinculada con una necesidad. La forma de no verte en esta tesitura es tener tu botiquín de primeros auxilios preparado.
¿Qué es imprescindible en un botiquín de primeros auxilios?
El botiquín de primeros auxilios es un recurso que está en la mayoría de los hogares y en los que no lo está debería estar presente. El botiquín es necesario en el hogar porque está constado que los accidentes caseros son más frecuentes de lo que desearíamos. Afortunadamente, los accidentes que ocurren en casa suelen ser leves, como una caída, un corte con un cuchillo, una quemadura o una salpicadura de aceite. Y todos estos pequeños accidentes necesitan una mínima atención o unos primeros auxilios.
El botiquín de primeros auxilios de en casa tiene que ser espacioso. Y, por supuesto, estar muy limpio. Recuerda que es el lugar donde vas a guardar elementos que aplicarás en caso de accidente doméstico y la higiene para curar una pequeña herida es crucial. Es bueno que el botiquín sea espacioso para que puedas almacenar todo lo que necesites y que el contenido este protegido de la suciedad y del polvo.
El peor sitio para tener guardado el botiquín es la cocina o el baño. Por lo general, se comete este grave error. Hay que huir de estos espacios y trasladar el botiquín de primeros auxilios a un sitio seco y fresco. Si lo tienes en la cocina o el baño, queda expuesto al calor y a la humedad. Por tanto, debes de cambiarlo a un espacio alejado de olores, humos y temperaturas que son nocivas para el contenido del botiquín.
Lo que es necesario
Un botiquín de primeros auxilios debe de tener material sanitario, un listado de teléfonos de urgencia y medicamentos. Para los pequeños percances del día a día necesitarás tener toallitas de alcohol para desinfectarte las manos antes de curar una herida. Agua oxigenada, solución yodada o alcohol. No obstante, usa el alcohol como último recurso y cuando no tengas ninguno de los dos primeros antisépticos que hemos mencionado. El alcohol desvitaliza los tejidos y retarda la cicatrización.
Entre otros elementos que debes de tener en el botiquín están las tiritas, vendas de distintos tamaños, gasas esterilizadas, tijeras, esparadrapo, suero fisiológico, guantes y un pañuelo triangular por si tienes que improvisar un cabestrillo. Respecto al listado de teléfonos de urgencia, has de tener anotado el del médico de cabecera o de algún amigo que sea médico. El del hospital más cercano y el del centro de salud. También es importante que figure en el listado el de la policía y los bomberos.
Medicamentos frecuentes
Un botiquín de primeros auxilios no debe de contener demasiados medicamentos. Sin embargo, sí que es relevante que estén aquellos que utilizamos con más frecuencia. Estos medicamentos tienen que estar organizados. Es inaceptable que haya envases no identificados o pastillas sueltas. Los medicamentos tienen que estar en su envase original junto con el prospecto. Y no estaría de sobra escribir en un papel el motivo de la ingesta de esos medicamentos y el intervalo de administración de cada dosis. Piensa que si hay que avisar a los servicios médicos por el accidente de un familiar, disponer de esa información para facilitarla a los servicios de urgencia puede ser de gran ayuda.
Mantén el botiquín fuera del alcance los niños
Aunque suene a mantra y, de hecho, lo es. Es necesario mantener el botiquín de primeros auxilios fuera del alcance los niños. Ponlo en un lugar de difícil acceso para ellos, así evitarás que pueda surgir algún percance no deseado. Por otra parte, es fundamental que todos los miembros de la familia sepan dónde está. Y, además, procura no tenerlo cerrado con un candado o con una contraseña que pueda ser un impedimento para acceder a su contenido en caso de necesidad. Revisa el botiquín, al menos, dos veces al año de esa formar, podrás comprobar si falta algún componente o si hay cualquier elemento que haya caducado.
Estar siempre preparados
El equipo de profesionales de ASSA te recomienda seguir estas indicaciones. Son gestos pequeños que pueden ayudarte, decisivamente, en momentos inoportunos que surgen en el día a día. Tener siempre disponible una gasa o unas tiritas adquiere un gran valor cuando, realmente, son necesarias. Por ello, te animamos a que tengas tu botiquín siempre preparado y listo. En esta línea, te invitamos a conocer nuestros seguros del hogar. Estar preparado te garantiza la tranquilidad y la de los tuyos. Contacta con nosotros para más información. ¡Te esperamos!