Ahorrar en casa es un propósito que todos nos hacemos, pero no siempre cumplimos. Por ello, hoy te traemos una serie de consejos que te ayudarán a reducir tus gastos y a llegar a fin de mes con más dinero en la cartera, ¡y casi sin que te des cuenta!
Con estas fórmulas de ahorro tendrás más dinero disponible para el futuro, y lo mejor de todo es que tu calidad de vida actual no se verá afectada en nada. Prepárate para descubrirlas.
No abuses de la climatización
Si lo que quieres es ahorrar en casa, ya te habrás dado cuenta de que tanto la calefacción como el aire acondicionado pueden disparar la factura energética, pero no te preocupes. Si ajustas bien la temperatura, conseguirás que el consumo sea mucho menor.
En invierno la temperatura de la calefacción debe estar en torno a los 20 °C, y en verano el aire acondicionado no debería bajar de los 26 °C. Por cada grado por encima o por debajo de estas cifras, el consumo se multiplica.
Mentalízate de que no es necesario que en verano estés en casa con chaqueta puesta ni en invierno en manga corta. La climatización debe hacer el ambiente más confortable, no trasladarte a una estación del año diferente.
Las compras
¿Te has parado a pensar la cantidad de compras que haces por impulso? Seguro que más de las que crees, porque todos lo hacemos. Vemos una oferta y nos lanzamos a comprar un par de zapatos, una cazadora, o cualquier otro producto. Artículos que luego acaban guardados en un armario y apenas utilizamos.
Al cabo del mes, este tipo de compras por impulso pueden llevarse entre 50 y 200 euros de tu presupuesto. Así que no cabe duda de que eliminarlas es una buena idea. Pero, ¿cómo luchar contra esas ofertas irresistibles?
Cuando veas un producto que creas necesario, resístete a la tentación inicial de comprar. Date un margen de 48 horas para evaluar la compra. En la mayoría de los casos, acabarás dándote cuenta de que no necesitas ese artículo tanto como pensabas en un primer momento.
Haz un presupuesto si quieres ahorrar en casa
Muchas veces no somos capaces de ahorrar porque no sabemos bien ni cuánto tenemos ni cuánto nos gastamos. Para que esto no vuelva a sucederte, es hora de hacer un presupuesto. Puedes hacerlo a mano o con una sencilla hoja de cálculo.
Pon en un lado todos tus ingresos mensuales, y en el otro todos los gastos. Como también hay gastos que son anuales, semestrales o trimestrales, prorratéalos para saber qué peso tienen en tu presupuesto mensual.
Seguro que cuando veas las cifras por escrito vas a darte cuenta inmediatamente de qué gastos son necesarios y cuáles no. ¿Hay gastos superfluos o innecesarios? Intenta eliminarlos del todo. Con respecto a los necesarios, nunca vas a poder eliminarlos, pero sí puedes buscar alternativas más baratas.
Cambia tus hábitos para ahorrar energía y dinero
El gasto energético y en otros suministros es muy elevado. Lo que te recomendamos en este caso es que vayas adquiriendo nuevos hábitos que te ayuden a reducir el importe de la factura.
- Olvídate de ventilar la casa durante horas en invierno, porque se quedará congelada y te costará mucho más volver a calentarla. Con 10 minutos es más que suficiente.
- Acostúmbrate a dejar las cortinas retiradas durante el día en invierno, para que entre el sol y la casa se caldee de forma natural. En verano, haz justo lo contrario para mantener el interior fresco.
- No te laves los dientes o friegues los platos con el grifo abierto. Deja el agua correr solo cuando sea necesario.
- Si has pagado la cuota del gimnasio, aprovecha y dúchate allí. Ahorrarás agua, luz y gas.
- Recuerda apagar las luces antes de salir de la habitación.
Huye de los créditos si quieres ahorrar en casa
Las tarjetas de crédito y los créditos rápidos te pueden sacar de un apuro económico, pero los intereses aplicables son tan elevados que acabarás pagando mucho más de lo que imaginas.
En la medida de lo posible, procura no recurrir a este tipo de créditos. Si tienes que hacer un gasto importante y dispones de ahorros, mejor usar ese dinero. En caso de que no tengas suficiente liquidez, plantéate pedir un préstamo personal a un banco.
No hagas la compra con hambre
Gran parte del presupuesto mensual se nos va en comprar comida. Sin embargo, muchos de esos alimentos se acaban desperdiciando por estar demasiados días en la nevera o la despensa.
Si quieres ahorrar dinero y no malgastar comida, no vayas nunca al supermercado con hambre, así evitarás las compras por impulso. Y recuerda llevar también una lista con lo que necesitas y ceñirte a ella.
Con estos consejos y tu fuerza de voluntad, puedes empezar ya mismo a ahorrar en casa. Si, además, quieres ahorrar y mantener a salvo tu hogar en caso de siniestro, ¿por qué no elegir el mejor seguro de hogar? ¡Puedes contar con nosotros!